La Librería Fuenfría tiene trastienda.
Esto a los libreros les parece decisivo, porque siempre han oído decir de alguien torpe y abrupto que "tiene poca trastienda", es decir que carece de "cautela advertida y reflexiva en el modo de proceder o en el gobierno de las cosas".
A nosostros nos sobra trastienda, rebotica y almacén.
La puerta de la trastienda está pintada con pintura de encerado, así que la usamos como pizarra para anuncios, desahogos, confesiones y declaraciones de cualquier género.
¿Qué habrá detrás de esa puerta cerrada?
El librero puede entreabrirla un poco...
Y te invita a pasar, de puntillas, al oído, para conocer los secretos de la librería:
El sueño para mi jubilación, una trastienda en la que leer, charlar, una copita...
ResponderEliminarEnhorabuena por la librería (en los tiempos del "cólera") y por tus libros.
Un abrazo
Pues guardaré en la trastienda esa botellita para brindar cuando vengas. Un abrazo y gracias.
ResponderEliminar¡Una máquina de escribir! que rareza tan lírica
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